Arranca la red piloto de fuentes para los peregrinos del Camino Inglés

La primera de las 28 previstas se instaló a finales del pasado mes en Mesía y ya está en funcionamiento

Agua con garantía sanitaria y bajo demanda es lo que se pretende ofrecer a los peregrinos del Camino Inglés con una red piloto de fuentes públicas. La primera de las 28 previstas se instaló a finales del pasado mes en Mesía y ya está en funcionamiento. Situada junto al albergue del Hospital de Bruma muestra el diseño que será replicado en el resto, muchas de las cuales están siendo licitadas. Junto a un cerezo recién plantado y que en un futuro dará sombra, la fuente es un monolito realizado con materiales gallegos, en el que destaca el logo del Xacobeo. Cuenta con un pulsador, un caño y un protector antivandálico de grifo en acero inoxidable.

La singularidad de esta fuente, que aprovecha un manantial natural, no solo es su función, sino la aportación del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) para un proyecto financiado con el programa europeo Life. Lucía Garabato Gándara, técnica del ITG, explica que el condicionante que tenían a la hora de realizar el diseño era la ubicación de las fuentes, en sitios remotos, y que usaban manantiales que podían tener contaminación microbiológica. En la primera fase del proyecto se eligieron los puntos donde se iban a instalar, se hicieron analíticas y a partir de ahí se diseñó este equipo, «que es una solución que funciona bajo demanda, alimentada por paneles fotovoltaicos, que la mantiene operativa incluso los meses que no haya mucho sol, y lleva una lámpara ultravioleta que es capaz de potabilizar 0,5 litros de agua en 5 segundos sin productos químicos. Además, cuenta con tres etapas de filtración y tiene un módulo de control que permite conocer el número de usos cada hora y parámetros de batería y las condiciones del entorno».

El sistema se ha hecho ex profeso para esta iniciativa. «Que sepamos es la primera que funciona en este tipo de condiciones», explica Carlos Ameixenda, director de la Oficina Life de Abegondo y coordinador del proyecto, que remarca que «las fuentes naturales no se pueden aprovechar en condiciones de garantía sanitaria si no tienen tratamiento que asegure la potabilidad», y esta iniciativa ofrece una opción segura que mitiga el impacto ambiental derivado del consumo de agua embotellada por los peregrinos. «El ITG intentó buscar una solución sostenible en todos los aspectos y solo trata el agua que se va a consumir», indicó. Además, 24 de las fuentes están conectadas a redes municipales, que financiará la Diputación.

deseña ASINFO